Se me ocurren dos motivos, por lo menos, por los cuales uno no debería formular una pregunta.
1/ Si se sabe la respuesta.
2/ Si no estamos totalmente seguros de querer saberla
Creo que son dos motivos poderosos y a la vez de muy sencilla aplicación: basta con no formular la pregunta, el asunto es poder seguir viviendo sin esa respuesta , que confirme lo que suponíamos, en el primer caso, o nos decepcione , tal vez para siempre, en el segundo.
Seguro que muchas veces, se piensa en una posible respuesta a una supuesta pregunta, y digo "supuesta pregunta", por que creo que la mayor de las veces, las "preguntas" con respuestas pensadas, son afirmaciones, o expresiones de deseo.
Muy complicado todo esto? Puede ser , si. Por eso mi Abuela decía: " Menos Pregunta Dios y perdona"
Será?
2 comentarios:
Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí.O. Wilde
El Principito nunca abandonaba una pregunta una vez que la había formulado.
Capaz que es eso lo único que verdaderamente nos debemos a nosotros mismos.
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